En SVR colaboramos con Fundación CRAM para llevar a cabo la quinta edición del estudio que tiene como objetivo determinar el estado actual del mar Mediterráneo y que permitirá poder desarrollar estrategias comunes para reducir esta problemática a través de las heces de las tortugas marinas como bioindicador.
El mar Mediterráneo alberga entre un 4% y un 18% de las especies marinas de todo el mundo y tiene valores ecológicos y económicos de gran relevancia a escala global. Los residuos plásticos son una gran amenaza para las diferentes especies que habitan los mares y océanos provocando diferentes patologías como enmallamientos, heridas, obstrucciones digestivas que pueden desencadenar graves problemas de salud, desnutrición, tasas de rendimiento reducidas, rendimiento reproductivo menor e, incluso, la muerte.
El paciente más habitual en la Fundación CRAM son las tortugas marinas, siendo 70 los ejemplares atendidos en el año 2022. Toda esta numerosa entrada de pacientes nos aporta una valiosa información sobre estos animales, sobre el estado de conservación del mar y sus peligros. Los datos sobre contaminación marina los obtenemos gracias a las heces y contenido digestivo de las tortugas, ya que son el bioindicador perfecto: tienen tendencia a ingerir desechos plásticos o a enredarse en ellos, tienen una gran distribución espacial y utilizan todos los compartimentos marinos, desde el fondo a la superficie.
En el estudio se analizan sus heces durante su permanencia en el centro, si sufren de enmalles por basura marina y en el caso de animales que fallecen, se realiza la necropsia y se analiza el contenido de su sistema digestivo. Todo ello para poder estudiar visualmente el contenido de plástico que tienen y diferenciarlo en diferentes categorías.
Gracias a la información que nos aportan las tortugas marinas atendidas en el CRAM podemos conocer más sobre la contaminación que existe en el mar y conseguir ayudar a disminuirla.